Anónimo
Yo no
vengo a decirles
que
dos más dos son cuatro
ni
que con A se escribe
amor,
paz, asesinato.
No
vengo a traer
Ni a
poner soluciones sobre la mesa.
Vengo
a contarles que en Colombia
La
tierra asesina campesinos siete días a la semana
Y al
obrero le dan dos almuerzos de metralla,
Que
los niños, tristes, duermen en las calles,
Y las
prostitutas inundan los mercados,
Y que
a cambio de esto el “amigo yankee”
se
lleva todo lo de encima y lo de abajo.
Vengo
a contarles como en Colombia todo se arregla fácilmente,
Que
si el frío y el hambre asesinan mil infantes
nos
envían aviones supersónicos,
Que a
cambio de la huelga nos ofrecen ¡los mejores festivales!,
Ah! Y
para que todo mundo guarde silencio y compostura,
No
faltan las cárceles modernas,
Además
los fusiles oficiales garantizan la paz
en la universidad y en la parcela.
Yo no
vengo a decirles
Que
dos más dos son cuatro
Pero
dos más dos pueden sumar cuarenta brazos
Y la
unión de aquel con aquellos
De
todos con nosotros
Formará
un torrente incontenible.
Yo no
vengo a decirles
Que
dos más dos son cuatro
Pero
que si ustedes se deciden
A
quitarse la venda de los ojos
A
vestir el uniforme de fatiga
Y a
desempolvar sus ideas (escopetas)
Díganme
cuando y a qué horas
Nos
encontramos en la lucha (en el monte).
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